Cuando queremos vender nuestra vivienda, recibiremos varias visitas de clientes interesados en adquirirla. Para agilizar el proceso y llevar un mejor control de los candidatos, podemos utilizar la hoja de visita inmobiliaria. ¿Quieres saber qué es y qué condiciones implica? Pues sigue leyendo nuestro blog y podrás tener toda la información que necesitas.
Conocida como registro o parte de visitas, la hoja de visita deja firmadas por escrito condiciones favorables para la inmobiliaria. Para crear este documento, podremos seguir los siguientes pasos:
Es importante recalcar que la hoja de visita inmobiliaria no conlleva una obligación contractual relacionada con la vivienda, por lo que su función es meramente informativa.
La hoja de visita inmobiliaria entra dentro de la ley si cumple la Ley de Protección de Datos. Para cumplir los requisitos que nos marca esta ley deberemos incluir en la hoja un aviso donde se explique para qué se utilizan estos datos, cómo se guardan y cómo podemos solicitar. Otra cosa importante: el visitante no está obligado a firmar este documento.
Los mayores peligros de la hoja de visita inmobiliaria tienen relación con la ‘letra pequeña’. En ocasiones, algunas inmobiliarias colocan condiciones abusivas o poco claras a sus clientes, de forma sibilina. La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) refleja algunos casos.
Como consumidor, lo que debes hacer es leer con precaución la hoja de visita inmobiliaria y acompañarte de los mejores profesionales para evitar este tipo de comisiones abusivas.
¿Recuerdas la cláusula que hemos comentado antes? Bien, pues su condición es que el visitante no se ponga en contacto con el vendedor a espaldas de la inmobiliaria. Si ocurriera este trato oculto, la inmobiliaria podría quedarse sin su parte del trato, a pesar de haber dado sus servicios de intermediación. Estas entidades suelen encargarse de la documentación y la burocracia, además de facilitar el acuerdo entre las dos partes.
En algunas ocasiones, los juzgados han ‘tirado’ este tipo de cláusulas de las hojas de visita, al considerarlas abusivas por parte de las inmobiliarias. Dicho de otra forma, se encontrarían en una especie de ‘limbo’ legal, dependiendo si las condiciones son abusivas, opacas o la justicia considera que no hay un trato justo por parte de la inmobiliaria.
En este apartado, la respuesta es muy clara: no deberías pagar ningún tipo de comisión al firmar una hoja de visita inmobiliaria. Ni el propietario ni el visitante tendrían que soportar ningún coste económico. Si queremos firmar un precontrato, la mejor opción siempre son las arras. De esta forma, el pago de la señal sí conlleva un compromiso.
Ahora que ya conoces qué es una hoja de visitas inmobiliaria, su marco de legalidad, en qué consiste y a qué compromisos expone al visitante; entra en Housell para mantenerte al día del mercado inmobiliario, los precios de las viviendas en diferentes ciudades y los mejores consejos para sacar partido a tu hogar.
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