A la hora de construir una vivienda, la licencia urbanística es fundamental para construir viviendas de forma regular. Ahora bien, existen diferentes tipos de permisos, con distinta duración, condiciones y procedimientos para pedirlos. ¿Quieres saber más sobre las licencias urbanísticas? Sigue leyendo Housell para aclarar todas tus dudas.
Una licencia urbanística es un acto mediante el que la Administración competente (los Ayuntamientos) autoriza un permiso para usar el suelo, una parcela, edificar o rehabilitar una determinada finca. Este trámite debe ser solicitado por el promotor, de forma previa al comienzo de las obras.
En algunas ocasiones, resulta necesaria la intervención de otras administraciones, como Patrimonio Histórico, las Confederaciones Hidrográficas o Medio Ambiente.
Este tipo de licencias deben cumplir una serie de requisitos:
Se aplica al dividir una propiedad en dos o más partes, casi siempre con el fin de edificar. Cuando se trata de suelo no urbanizable, las condiciones son más duras. Por ejemplo, la Junta de Andalucía establece una unidad mínima de cultivo (superficie mínima de cultivo) de 30.000 metros cuadrados en secano y 2.000 en regadío.
Se concede para actuaciones en edificios, como la construcción, la demolición, la restauración o las obras exteriores. Se conceden generalmente en suelo urbano, aunque existen permisos especiales para el suelo urbanizable y no urbanizable.
Se concede cuando un edificio está construido, siempre que cumpla los requisitos necesarios para entrar a vivir. En algunas comunidades autónomas, como Madrid o País Vasco, esta licencia ha sustituido a la cédula de habitabilidad.
Si el promotor quiere destinar la parcela a otros usos (por ejemplo, actividades comerciales) deberá pedir el correspondiente permiso. En el caso de otras actividades, existe la licencia urbanística para otras actividades.
Este tipo de licencia de obra está estipulada, desde el inicio de la obra hasta la finalización. Según la Ley de Suelo (artículo 158.1), siendo el siguiente: “Un año para iniciar las obras desde el otorgamiento de la licencia y tres años para terminarlas”.
Hay diferentes actividades que requieren de licencia urbanística:
Algunas actividades no requieren controles previos para coger la licencia:
Inicio y desarrollo de actividades minoristas.
El procedimiento varía de acuerdo con el tipo de licencia a solicitar, así como los documentos y requisitos requeridos. Dependerá de cada Ayuntamiento, al ser el organismo competente. Precaución, porque en caso de solicitar la licencia que no te corresponda, puedes arriesgarte a tener sanciones.
La licencia requiere tiempo para la preparación de los documentos y preservar la solicitud. Se recomienda buscar a un experto y respetar los tiempos de funcionamiento de los organismos públicos. Una vez obtenida, es recomendable que la licencia esté siempre a la vista en posibles inspecciones.
La tasa por licencias urbanísticas constituye el hecho imponible de la actividad municipal derivada de cualquier construcción, instalación, rehabilitación u otra. Dicho importe será abonado tanto por personas físicas (particulares) o jurídicas (empresas, comunidades de bienes, comunidades de propietarios).
El cálculo del pago se regula al aplicar un tipo de gravamen al coste de ejecución de esta obra y es competencia de cada Ayuntamiento.
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