La inversión en vivienda habitual es algo común para cientos de miles de españoles cada año. El deseo de independencia de los jóvenes, una mudanza a otra ciudad por motivos laborales o un simple cambio de hogar pueden hacer factible la idea de invertir en tu vivienda habitual. Pero es que, además, tener una vivienda habitual puede permitir ciertas deducciones en la declaración de la renta. Eso sí, deberás cumplir una serie de condiciones para ello. Si quieres saber más sobre esto, sigue leyendo nuestro blog.
La deducción por inversión en vivienda habitual se suprimió en 2013, pero sí se aplica para viviendas compradas antes del 1 de enero de 2013. Si se cumple este plazo de pago, también se pueden deducir obras de rehabilitación para mejorar la vivienda o por discapacidad, siempre que las obras se hayan efectuado antes del 1 de enero de 2017.
Es decir, que esta medida acabará extinguiéndose con el paso de los años. Antes de abordar la propia deducción, tenemos que entender qué significa una vivienda habitual y cuáles son los requisitos para considerarla así, como indica la propia Agencia Tributaria.
Se pueden deducir las cantidades invertidas durante el ejercicio:
Eso sí, hacerlo repercutirá en el pago de algunos impuestos:
Los contribuyentes que cumplan estos requisitos y quieran acogerse al derecho a la deducción por inversión en vivienda habitual, estarán obligados a presentar declaración por el IRPF.
Hacienda vigila que se cumplan los requisitos para optar a esta ayuda por inversión de vivienda habitual y es posible que podamos perder esta subvención:
Sin embargo, puede ocurrir que a pesar de no cumplir con ese consumo energético, sí se trate del domicilio principal del contribuyente. Para ello, podemos presentar algunos documentos:
Ahora que ya sabes más sobre las posibilidades de subvención por inversión en vivienda habitual, sigue leyendo Housell y obtén más información sobre cualquier aspecto relacionado con el mercado inmobiliario.
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