Si estás en una comunidad de vecinos o eres fan de la serie ‘La que se avecina’, seguro que estás familiarizado con la palabra derrama. La derrama se aplica cuando se producen gastos extraordinarios, no contemplados en este presupuesto. Si quieres conocer más sobre este término, sigue leyendo Housell.
Las comunidades de vecinos aprueban presupuestos anuales para realizar una previsión de gastos que se pueden realizar en un periodo determinado de tiempo (obras, reformas, pagos de recibos, etc). Una derrama de comunidad es una cuota adicional para justificar gastos extraordinarios, no contemplados en este presupuesto. Los pagos pueden dividirse en varias cuotas o bien constituirse en una única.
Todos los propietarios están obligados a pagar para mantener las condiciones de seguridad y habitabilidad. También existen otras derramas voluntarias, que se someten a votación en las juntas de vecinos. Existen varios tipos de mayorías:
Antes de comprar una vivienda, es altamente recomendable solicitar el certificado de deuda cero con la comunidad de vecinos. Según el artículo 17.11 de la Ley de Propiedad Horizontal, el comprador tiene la responsabilidad de pagar la derrama.. Algunos compradores no piden esta comprobación y, por tanto, afrontan deudas por sorpresa.
Cuando se vende el piso como hemos visto anteriormente, la deuda pasa a formar parte del comprador.
No existe un límite establecido por ley, aunque la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) diferencia entre dos tipos de reformas:
Una vez se efectúe el pago de esta cantidad, los propietarios tendrán que decidir qué hacer con el sobrante, en caso de que así exista. Lo más habitual es que ese dinero se quede como remanente en las arcas de la comunidad, pero también pueden repartirse entre todos los propietarios, si es que así se ha previsto.
Los propietarios que no satisfagan los importes de la derrama de una comunidad pasarán a formar parte de la lista de morosos, perdiendo derechos fundamentales, como el voto en la junta de propietarios. Si el implicado persiste en su deuda, la comunidad podría poner en marcha un procedimiento monitorio. A grandes rasgos, esto supondría un trámite judicial entre el deudor y la comunidad. Si el deudor gana, se cancela su deuda. Si pierde, deberá afrontar el pago de los costes del proceso (abogados, procuradores) más la deuda. Si el pago no se produce, la justicia podría tomar medidas como el embargo de los bienes.
En algunos casos, el propietario no está obligado a pagar las derramas de comunidad en los siguientes casos:
La Ley de Propiedad Horizontal no especifica qué campos comprenden exactamente los gastos imprevistos. Sin embargo, te podemos adelantar cuáles suelen ser estos conceptos: reparación de tuberías, de fachadas, reparación o recambio del ascensor… Sin embargo, puede haber casos aplicados en mejoras que no sean urgentes o imprevistas
Las derramas deben declararse en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), aunque dependerá del tipo de obra al que nos refiramos:
En la página web Consulta tu derecho, se encuentran ejemplos de cómo realizar una derrama.
Ahora que ya sabes los detalles y aspectos legales acerca de las derramas en una comunidad, entra en el blog de Houselly obtén más detalles del mercado inmobiliario.