Los préstamos hipotecarios son un instrumento muy frecuente en las vidas de millones de personas. ¿Quién no ha pagado o está pagando una hipoteca? Sin embargo, estas no son inflexibles y sus condiciones pueden modificarse a mejor con el paso del tiempo. Una de las opciones para ejecutar este proceso es la subrogación de la hipoteca. Si quieres saber en qué consiste y qué tipos existen; sigue leyendo Housell y aclararemos todas tus dudas.
La subrogación de una hipoteca implica que el deudor o la entidad financiera (acreedora) de un préstamo hipotecario pueden ser modificadas en el transcurso de su duración. Además, también es posible cambiar diferentes condiciones: el tipo de interés (fijo o variable), las comisiones, revisar algunas cláusulas abusivas o modificar el periodo de pago. Como cliente, tienes la posibilidad de ahorrar dinero y mejorar tus condiciones. Eso sí, para sacar el mayor partido posible, asegúrate de leer bien las condiciones que cada entidad financiera te ofrece.
Si quieres realizar una subrogación, el camino requiere paciencia:
Ahora bien, completar este proceso requiere de una serie de condiciones:
Ocurre cuando sustituimos al titular de la hipoteca por otra persona. Emplear esta opción es habitual cuando adquirimos una vivienda hipotecada y asumimos así la titularidad del préstamo, hasta anteriormente del vendedor.
En este caso, transferimos el préstamo hipotecario de un banco a otro. Puedes usar esta vía si quieres cambiar una hipoteca fija a variable, modificar su duración, sus comisiones o revisar ciertas condiciones (cláusulas techo, suelo). Es útil tener en cuenta el euríbor o el contexto económico para tomar mejores decisiones.
Este proceso acarrea una serie de costes. La nueva ley hipotecaria determina los desembolsos que debe asumir el banco y los que debe asumir el cliente en situaciones de subrogación de hipoteca:
En este caso, estamos ante una operación de compraventa con una carga pendiente. De esta forma, el comprador transfiere la responsabilidad de la hipoteca al vendedor. Por ello, el comprador se hace cargo de este préstamo y ejecuta una subrogación del deudor. Según datos del INE, se produjeron 430 procesos de este tipo en el mes de mayo de 2022.
La principal diferencia entre ambas se sitúa en la comisión de subrogación:
Si quieres cambiar de interés variable a fijo, el proceso es mucho más sencillo. Tu banco solo te podrá cobrar un 0,15% los tres primeros años. Después, nada.
Ahora que ya sabes qué son las subrogaciones de hipoteca, sus tipos y los gastos asociados, entra en Housell e infórmate más sobre el mercado inmobiliario.