Vender una vivienda no es solamente entregar las llaves al comprador. La importancia de esa operación implica un traspaso de documentos y papeleo obligatorios por ley. En caso de pleitos judiciales, el futuro propietario deberá demostrar que la vivienda es suya. ¿Quieres conocer la lista de documentos que debe entregar un vendedor? Pues entra en Housell y compruébalo.
Se trata de un documento que da información sobre la energía consumida por un edificio y las emisiones de CO2 generadas por sus diferentes circuitos de agua caliente, calefacción, refrigeración… Su calificación se mide en letras (A,B,C,D,E,F y G). Su periodo de vigencia es de 10 años, salvo para la letra G (5). Conseguir una categoría A o B puede suponer deducciones de hasta el 60% en el IRPF.
La cédula de habitabilidad es un documento escrito que certifica que una vivienda cumple las condiciones mínimas de habitabilidad. En él deben incluirse datos de la vivienda como su superficie útil, su ubicación, el umbral máximo de ocupación e identificación del técnico que ha llevado a cabo la certificación. Este trámite es obligatorio en Asturias, Cantabria, Cataluña, La Rioja, Navarra y Murcia, aunque con matices.
En ellos se representa de manera gráfica cualquier inmueble, sus reformas y obras diversas, por lo que incluye el plano, la memoria, el pliego de condiciones y su presupuesto. Son importantes porque incluyen el concepto del futuro inmueble, distribuyen perfectamente los espacios y detallan los materiales utilizados. Hay varias formas de solicitarlos: puedes acudir al Catastro, al Ayuntamiento o al Colegio de Arquitectos.
El Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) es competencia del Ayuntamiento de tu localidad y lo paga cada propietario de una vivienda, local, garaje o finca rústica o urbana cada 1 de enero. Tarragona, Lleida y Girona pagan más de un 0,9% sobre la base imponible, mientras que en Toledo se sitúa en el 0,446. En algunos casos, hay edificios exentos de su pago. Por ejemplo, la propiedad de la Iglesia o los partidos políticos.
Este documento, también llamado escrituras, permite comprobar al propietario que la vivienda es suya. Aunque no es ilegal vender un piso sin escriturar ni registrada en el Código Penal, esto implicaría riesgos para el futuro comprador o desconfianza a la hora de realizar la operación. Por ello es mejor que si vendemos nuestro piso, seamos transparentes y no ocultemos nuestras intenciones.
Documento que contiene los siguientes datos: la identificación de la finca, la identidad del titular o titulares, los derechos sobre la misma (propiedad completa, hipoteca, usufructo) y su extensión, naturaleza y otros condicionantes (deudas). Puedes obtener la nota simple fácilmente en el Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles.
Es la inspección a la que todo edificio con una determinada antigüedad está obligado a pasar, para saber si cumple con todos los requisitos de seguridad. Realizada por un técnico homologado, el Certificado de inspección técnica consiste en una revisión de fachadas, tuberías, azoteas, saneamiento… Si todo cumple con la normativa, el técnico dará el aprobado. Posteriormente, el edificio deberá pasar una nueva prueba en un plazo máximo de diez años.
En este caso, son dos documentos diferentes. Por un lado, el que acredita estar al día con los últimos recibos de la comunidad. Y por el otro, los estatutos son el reglamento básico que rige la convivencia entre vecinos. Si eres aficionado de las series ‘Aquí no hay quien viva’ o ‘La que se avecina’ no tendrás ningún problema para entender su significado.
Por último, es conveniente aportar las facturas de los servicios pagados (electricidad, calefacción, teléfono…). Esto permitirá despejar de deudas al comprador y nos aportará también credibilidad como vendedores.
Ahora que ya sabes todos los documentos que, como vendedor, debes entregar al vender una casa nueva; entra en nuestro blog de Housell y recibirás más consejos sobre cómo vender tu piso o la actualidad inmobiliaria.
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