Tras el súbito parón causado por la pandemia del coronavirus, la recuperación del mercado inmobiliario es una realidad en España. Según el INE, en los once primeros meses de 2021 se vendieron 517.404 viviendas en el territorio nacional. Una cantidad que supone volver a niveles no vistos desde 2007. La ‘fiebre’ por el ladrillo vuelve a repetirse en un país de propietarios.
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Las previsiones coinciden: lo normal es que el precio de la vivienda siga incrementándose para 2022. Influirán en este valor elementos como la demanda o la evolución de la inflación; no así la nueva Ley de la Vivienda, todavía en fase de elaboración y prevista para entrar completamente en vigor en 2024. Diferentes organismos ya han mostrado sus previsiones para el precio de la vivienda en 2022. Casi todas reflejan una tendencia alcista.
Vistas las previsiones sobre el precio de la vivienda, ¿se presenta el 2022 como un buen momento para comprar? Los datos y los analistas muestran que sí. El gran peligro es que la inflación se mantenga en niveles altos y se convierta en estructural. Si esto ocurre, es probable que el BCE suba los tipos de interés y esto repercuta en unas hipotecas más elevadas (recuerda la crisis del euribor). Hasta el momento, el ecosistema de tipos de interés bajos permitía a los propietarios pagar unas cuotas mensuales relativamente bajas.
El BBVA pronostica que el parque residencial de viviendas crecerá en torno a 120.000 adicionales por año hasta 2035. El mismo informe indica que los españoles apostarán por viviendas con más espacios y más grandes. Factores como la situación económica, la tasa de natalidad o el número de viviendas por hogar influirán sin duda en la expansión del mercado. La experiencia del confinamiento ha servido también para rediseñar los espacios y por ello, los exteriores, como terrazas y jardines, son ahora muy demandados.
Por todas estas razones, es probable que el precio de la vivienda siga aumentando de forma moderada durante 2022. Sin embargo, todavía queda bastante para que los valores se acerquen a los que tenía la vivienda en 2007.
Según Idealista, el precio medio de la vivienda se situó en 1.824 euros en enero, todavía bastante lejos de los más de 2.000 que costaba durante antes de la burbuja inmobiliaria. Y eso, descontando el impacto de la inversión. Por ello, es posible que al precio de las viviendas en venta les quede cierto recorrido ascendente.
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