Para vender un inmueble hay que pensar en la presentación de cara a los posibles compradores. En este sentido, es esencial que la vivienda esté impoluta. Por eso, en el artículo de hoy te contamos cómo limpiar una casa para ponerla a la venta y sorprender las visitas.
Antes de empezar a limpiar una casa es importante tener en cuenta algunas consideraciones para que tu trabajo sea lo más efectivo posible:
Acude a tu supermercado de confianza ya que primero necesitarás todos estos objetos para limpiar una casa:
Si tu casa necesita algún utensilio de limpieza diferente o estás acostumbrado a otras opciones, siéntete libre de hacerlo a tu manera, aunque con todo este arsenal podrás hacer una limpieza perfecta de la casa.
A su vez, adquiere también los productos de limpieza. Aunque parezca sencillo, es esencial utilizar el agente correcto para cada elemento, de modo que consigas los mejores resultados. Lo recomendable es que compres:
También puede que te sea útil comprar pintura blanca para las paredes y pintura para barandillas y para baldosas. De este modo la limpieza será completa. Si te decides por ello, no olvides añadir a la cesta cinta para pintura, diferentes pinceles, un rodillo y algún cubo grande para hacer la mezcla.
Ahora que ya tienes todo lo que necesitas es el momento de ponerse manos a la obra. Para limpiar una casa, lo mejor es establecer un orden concreto teniendo en cuenta que ya has vaciado la casa. Ponte los guantes de goma y motívate ya que te tomará tu tiempo:
Antes de ponerte a fondo con la limpieza de la casa, desatasca las tuberías ya que este producto tarda horas en hacer efecto, hasta 24 según la potencia. Deja al menos un grifo disponible para poder limpiar otros elementos.
Pon lavadoras para limpiar cortinas, sábanas y alfombras. Deberás estar pendiente para ir sacando la colada cada vez que termine y no perder mucho tiempo ni que adquieran mucha humedad.
Mientras el desatascador hace su efecto y la colada se toma su tiempo, céntrate en limpiar cajones y armarios por dentro y terminar de vaciar todo lo que se te haya podido olvidar. No olvides tirar toda el agua sucia por la tubería que todavía no has desatascado, esta será la que debas utilizar para toda la limpieza de la casa.
Pinta todos los elementos que lo necesiten, como paredes, puertas, baldosas o barandillas. Esto supone un gran esfuerzo y puede que te tome varios días, pero los resultados son espectaculares. Para que la casa aparezca lo más limpia posible, utiliza el color blanco siempre que puedas.
No olvides pintar con todas las ventanas abiertas para que haya corriente y los olores que se queden sean menos fuertes.
Con delicadeza, limpia todas las ventanas y su estructura, los espejos que tengas en casa, las lámparas y las pantallas de televisores u otros elementos acristalados. Si vas a limpiar las ventanas por fuera, hazlo con precaución y ayúdate de un trapo con palo alargador.
Cierra las ventanas para que no entre polvo y haz una limpieza en profundidad de los muebles y los electrodomésticos. Cuando termines con ello, limpia las encimeras, mesas y todo tipo de superficies que tengas.
Es el momento de centrarte en los detalles. Abrillanta los grifos, engrasa las bisagras de las puertas y los armarios, limpia los pomos y los embellecedores, quítale el polvo a todas las figuras y jarrones decorativos que tengas, limpia los marcos de los cuadros y las puertas y no dejes un recoveco sin revisar. Por ejemplo, es habitual olvidar las cornisas o la estructura de las sillas y las mesas, sitios que acumulan mucho polvo.
Una vez termines de utilizar productos químicos fuertes, limpia inodoros, bañeras y fregaderos con desinfectante para baños y anti-cal.
Deja los suelos para el final. No olvides mover muebles para limpiar por debajo. Haz un primer barrido y pasa la fregona. Limpia las juntas para que los suelos luzcan todo lo posible. Cuando termines, vuelve a barrer y a fregar, esta vez a fondo y varias veces si el agua sale muy oscura.
Por último, da el toque final con el plumero para quitar todo el polvo posible, deja que la casa se ventile unos minutos y aplica ambientador antes de cerrar la casa y marcharte. No olvides echar el desatascador en esa última tubería que dejaste para el final.
Ten en cuenta que esta será solo la primera limpieza de la casa que debes hacer. Para que los resultados de tu esfuerzo sean perfectos, no olvides pasar el plumero, barrer y fregar el suelo y aplicar ambientador antes de cada visita. Deja que la casa se ventile unos 5 minutos y lo tendrás todo listo. Por supuesto, no debes fumar ni cocinar en la vivienda ya que dejarán malos olores. Ahora que ya sabes cómo limpiar una casa a fondo antes de enseñarla, esperamos que encuentres un comprador pronto.
Si necesitas ayuda para ello, en Housell te asesoramos y apoyamos en todo el proceso gracias a nuestros expertos del sector. Ellos te guiarán para que todo salga perfecto. Llámanos al 900 622 160 y te atenderemos sin compromiso.