Las hipotecas se han convertido en un elemento muy habitual en la vida de los consumidores. Ahora bien, dentro de este tipo de préstamos hay diferentes posibilidades. Una de ellas es la hipoteca de máximo, más apta para un uso comercial y bastante desconocida dentro de este sector. Si quieres saber más sobre ella, entra en Housell e infórmate.
La hipoteca de máximo garantiza varias obligaciones a la vez. No resulta necesario que estas obligaciones existan cuando se constituya esta hipoteca ni calcular un importe exacto. Conocida también como hipoteca flotante o global, lo que hace es disminuir el coste necesario para formalizar los diferentes préstamos a los que hace referencia. Si una hipoteca normal nos asegura nuestra casa; una hipoteca flotante nos puede asegurar además un préstamo o incluso una línea de crédito.
Es conveniente realizar un matiz. Según el artículo 2 de la Ley 2/1981, de 25 de marzo, de Regulación del Mercado Hipotecario, las entidades que pueden prestar estos préstamos son las siguientes: los bancos, las cajas de ahorros y su configuración, las cooperativas de créditos y los establecimientos financieros de crédito. No pueden concederlos en ningún caso las sociedades de garantía recíproca.
Las obligaciones a cumplir en una hipoteca de máximo se determinan de forma básica. Aunque no se concretan con exactitud las obligaciones garantizadas o la posible deuda, sí que se marcan algunos aspectos, detallándose también la forma en la que se satisfarán las deudas.
La ley no contempla restricciones al respecto; con lo que teóricamente ,cualquiera podría solicitarlo. Sin embargo, debido a su complejidad, no es una figura adecuada para los consumidores. Su enfoque se encuentra más orientado hacia negocios que quieran expandirse a corto y medio plazo.
Pese a su complejidad, este tipo de hipotecas cuentan con ciertas ventajas:
El proceso es similar al que se produce al solicitar una hipoteca convencional:
Un cliente tiene contratados los siguientes productos con una entidad financiera:
De esta forma, la garantía que aporta el beneficiario es la personal/patrimonial de sus bienes presentes y futuros, como se ha visto anteriormente.
Para dar seguridad a estas operaciones, la entidad bancaria y el cliente formalizan una hipoteca de máximo. Es decir, establece una cantidad techo a pagar. De esta forma, se acuerda una hipoteca sobre la vivienda propiedad del cliente durante 10 años.
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