Una vivienda es un sinfín de posibilidades. Incluso si tiene pequeñas dimensiones, una correcta decoración puede optimizar el espacio, potenciar su luminosidad o resaltar sus cualidades estéticas. Dentro de la amplia gama de opciones, el estilo industrial puede ser una opción más que aprovechable. ¿Quieres saber más? Pues entra en Housell e infórmate.
Para entender mejor el estilo de decoración industrial, hay que echar una mirada atrás. Inspirado en el Nueva York de los años 50, surgió cuando muchos obreros se mudaron a viviendas anteriormente destinadas a fábricas. Al haber tenido ese antiguo uso, sus casas conservaban los rasgos de esos espacios industriales (techos altos, grandes ventanales, instalaciones a la vista, acabados en bruto…). No era la opción pretendida, pero se hizo popular durante los años 80 y 90.
Actualmente, sigue contando con bastante vigencia; especialmente por su predilección entre los jóvenes artistas durante finales del siglo XX. También es conocido como estilo loft y se caracteriza por sacar a la superficie vigas, tuberías o ladrillos. Debido a ello, tiende a la simplicidad y no requiere una gran sofisticación
En los materiales empleados en la decoración de estilo industrial utilizaremos una combinación entre elementos fríos (hierro y acero), con otros más cálidos, rematados en madera. El contraste minimalista deja una gran sensación, así que no necesitas muebles voluminosos o grandes. También podemos utilizar el ladrillo visto, que aporta carácter. No usaremos ni yeso ni pinturas, con el objetivo de que la sensación sea la más natural del mundo.
No partimos de una configuración cerrada y podemos combinar diferentes estilos. Los muebles rústicos o nórdicos pueden quedar muy bien. Por ejemplo, el sofá Chesterfield es un elemento muy válido. Además, para las paredes es suficiente con dejar los ladrillos a la vista. Pocas cosas tendrán más esencia de estilo industrial.
Como en el minimalismo; en el estilo de decoración industrial poco es mucho en la utilización de colores:
Para esta estancia, podemos acompañarnos de sofás, mesas de centro, librerías de metal minimalistas/rústicas, así como una lámpara de tela. También se puede acompañar con objetos comodín, como un puf. Gracias a la combinación de todos los elementos, podemos lograr un salón natural, con toques industriales. Simplicidad y esencia.
Podemos darte varias sugerencias para dar a tu cocina un toque industrial:
Ahora que ya sabes más sobre el estilo industrial y cómo aprovecharlo, sigue leyendo el blog de Housell para mantenerte al día del mercado inmobiliario. ¿Quieres vender tu casa de forma rápida y sin comisiones? ¡Llámanos al 900 622 162 e infórmate!